por Miguel Etchandy
(publicado en Revista Bebidas & Cía/ edición Enero 2016)
En Uruguay no ocurre como en otros
países, España por ejemplo, que cuentan con una normativa que
regula la utilización de los términos Reserva y Crianza en el vino
y sus etiquetas.
En nuestro país si está vigente la
calificación de los vinos, según su calidad, son catalogados como
Vinos de Calidad Preferente (V.C.P.) o Vinos de Mesa.
Los vinos V.C.P. son los denominados
vinos finos y solo pueden envasarse en botellas de vidrio de 3/4lt.
En cambio los vinos de mesa son aquellos que suelen aparecer en
tamaño mayor a 1lt, ya sea 1.5, 2, 3, 5 y 10lts.
Por supuesto que para alcanzar la
categoría de vino fino es necesario que los vinos cumplan con una
serie de requisitos, en cuanto a la calidad. Los vinos deben tener un
grado alcohólico mínimo de 10,5%, acidez volátil máxima de
0.80gs /lt. y un máximo de anhídrido sulfuroso (entre 200 y 300
mg/lt.). Finalmente los controles deben superar un examen
organoléptico, que certifique la carencia de defectos en el
producto.
En Uruguay como en la mayoría de los
países, los términos Crianza y Reserva, se utilizan sin controles,
sin exigencias específicas, queda a criterio de cada elaborador,
pero por supuesto que se refiere siempre a vinos finos que implican
tiempo de guarda.
España es el país que establece una
legislación contundente en referencia a este tema.
Allí los Vinos Crianza se los obliga a
tener un tiempo mínimo de crianza de 24 meses, 6 de ellos en barrica
de roble, y el resto en la botella (antes de salir al mercado).
Los Vinos Reserva para poder utilizar
esa distinción, deben contar con 36 meses de crianza, 12 al menos
en barrica de roble.
Existe además la clasificación de
Vinos Gran Reserva, que refiere a los vinos con mayor enjundia, los
que deben contar con un mínimo de 60 meses de crianza, 18 de ellos
obligatoriamente en roble.
Estas condiciones expuestas, se
refieren a vinos tintos, en el caso de blancos y rosados los tiempos
de crianza son un poco menores.
Así entonces, solo en el caso de los
vinos españoles debemos tener en cuenta, al pie de la letra, las
inscripciones Crianza y Reserva, en el resto de los países ambas
inscripciones, en el caso de aparecer la mención en etiquetas, su
significancia es bastante relativa.
Cómo identificar entonces en el caso
de los vinos uruguayos, cuáles son los comparables a un Crianza o
Reserva. Bueno, lo mejor es leer las contraetiquetas y tomar en
cuenta los meses de guarda en barrica de roble que dice tener cada
vino. El tiempo de guarda en botella es fácil de deducir a partir
del año de embotellado. Así sabremos la edad exacta del vino y el
tipo de crianza que ha recibido.
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