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El autor (Miguel Etchandy) es Sommelier.Profesional (2004). Editor de revista digital Cava Privada News, y Director de Cava Privada Club de Vinos (www.cavaprivada.com.uy)

sábado, 20 de noviembre de 2010

HISTORIA de la Vitivinicultura en URUGUAY

     Vieja pulpería de la bodega Los Cerros de San Juan en Colonia, declarada Patrimonio Histórico Nacional




        Antigua Bodega de Varzi en la zona de Colón (Montevideo), actualmente propiedad de la familia Carrau



HISTORIA  de la Vitivinicultura en  URUGUAY
por Miguel Etchandy
(Publicado en Revista Wine+ Setiembre 2010)

El comienzo de la vitivinicultura uruguaya, a nivel comercial, se considera a partir del año 1870; aunque la producción de vino se desarrollaba a escala menor desde el siglo XVII. Es en el último cuarto del siglo XIX que confluyen una serie de hechos, que marcan los inicios de la industria del vino en Uruguay, (políticas proteccionistas hicieron que empresarios de distintos sectores se vieran atraídos a invertir en el agro en general, y también en la producción de vino).
Desde sus inicios, la industria, estuvo preocupada y orientada a la producción de vino de calidad, basta ver las cepas que se implantaron en aquella época, son prácticamente las mismas variedades, hoy consideradas de alta calidad enológica (cabernet sauvignon, merlot, tannat, malbec, pinot noir, sauvignon blanc).
Pascual Harriague es considerado y reconocido actualmente como la personalidad más relevante de la historia del vino en Uruguay, empresario luchador incansable, pionero en la introducción de la variedad Tannat, hoy día la cepa insignia del país.
El siglo XX, por su parte, tuvo características que lo signaron, las principales: el aumento del consumo del vino, de la producción industrial y la expansión de la industria, siendo recién a finales del siglo pasado, que se produce otro hecho significativo en la historia del vino de Uruguay, como fue la llamada reconversión de viñedos, con la cual dio comienzo un nuevo proceso modernizador, orientado a la producción de vinos de calidad y la exportación.
El siglo XXI encuentra a la industria del vino del Uruguay, aún por cumplir viejos desafíos, planteados hace casi 150 años. Es que la industria no ha dejado de ser muy vulnerable a fenómenos climáticos, avatares políticos, baja cotización de la moneda, el alto nivel de endeudamiento, crisis económicas de carácter nacional e internacional. A pesar de todo ello, los vinos uruguayos, continúan su paso y hoy son reconocidoes en el mercado interno y también -poco a poco- considerados en el mercado internacional.

Introducción de la vid
Según testimonios del año 1536, del misionero español fray Toribio de Benavente, conocido como Motolinía, en su "Historia de los indios de Nueva España", relata como la ausencia de vino fabricado a partir de la vid, que existía en Latinoamérica antes de la llegada de los españoles, se debía a la enorme facilidad con que el vino podía elaborarse a partir de otras plantas como la pita,  el maguey o del propio maíz (chicha). Y asegura además que el vínculo que se fuera estableciendo entre el vino y la población americana, fue un fenómeno iniciado por los colonizadores europeos .
..."En muchos lugares  existen enormes cepas silvestres, y nadie sabe quién las plantó. Echan unos pámpanos muy largos, llevan muchos racimos y  producen uvas que se comen verdes. Algunos españoles hacen vinagre con ellas y otros hay que han hecho vino, pero sólo en pequeñas cantidades".
Queda claro, entonces según testimonio de la época, que el vino elaborado con variedades autóctonas no satisfacía el gusto de los españoles. Ésa fue una de las razones fundamentales por las que comenzó a llegar vino de España. Y así fue, durante muchos años, el vino que se consumía -según las leyes de Indias- sólo se podía traer de España. A pesar de que en el proceso colonizador fueron traídas a América variedades de origen europeo.
Las duras condiciones de vida y la lejanía de sus tierras, hacían necesaria -para los colonizadores europeos- la producción de vino americano, y otros productos como el olivo y el nogal, que los acercaran -al menos en parte- a las costumbres de su tierra natal. Otra razón que contribuyó a la producción de vino en América, fue económica, ya que el vino transportado desde la península ibérica, debía soportar largos y costosos viajes, en  condiciones climáticas desfavorables, llegando el vino a América, muchas veces en mal estado y a un costo elevado.
Ahora bien, a diferencia del resto de los países de habla hispana de Latinoamérica. En los que la viticultura, fue introducida por los colonizadores españoles, ya a partir del siglo XVI, a través del Virreinato de Perú. Y de allí al resto de Sudamérica, fundamentalmente hacia el sur, a Chile y luego a Argentina. En La Banda Oriental (hoy territorio de Uruguay), las primeras variedades de uvas fueron introducidas a mediados del siglo XVII, unos cien años después que en el resto de los países latinoamericanos. Las cepas habrían llegado de Canarias, junto con las primeras familias que poblaron el nuevo territorio.

Los Pioneros
Cuatro hombres son considerados los pioneros de la industria vitivinícola uruguaya: Pascual Harriague, Francisco Vidiella, Domingo Portal y Pablo Varzi.
Los cuatro fueron hijos de inmigrantes europeos de distintos orígenes, siendo Varzi el único nacido en suelo uruguayo, los tres restantes llegaron al Uruguay de muy jóvenes.
Todos ellos, fueron autodidactas en la materia, carecían de conocimientos específicos sobre viticultura o enología. Fueron poco a poco incursionando en la actividad, luego de numerosos viajes a Europa, el obstinado estudio de material traído (especializado en producción de vid y elaboración de  vinos), y la experimentación en sus propias tierras. Se convirtieron en forjadores de la industria nacional del vino, debiendo atravesar, sucesivas crisis, incluida la filoxera (que arrasó con viñedos de todo el mundo). El empeño, y pujanza con la que abrazaron la tarea, con el único interés de progresar y devolverle al país todo lo que les había dado.
" Años de inversiones, esfuerzos, éxitos y fracasos, pautaron los primeros tramos del camino... No obstante, esfuerzo y trabajo podían ser arrasados, de un día para otro, por la filoxera u otro mal del viñedo. decía Federico Vidiella recordando a su padre: “en las horas tristes de los principios de la Granja Vidiella” y cuando sentía “desfallecer su ánimo y flaquear su natural energía con tantas contrariedades; [...] cuando se consideraba poco menos que locura su insistencia en hacer viticultura nacional en gran escala, entonces se retemplaba su ánimo, a sí mismo diciendo: algún día se me hará justicia ... ¡Además, yo que vine a este país sin nada, quiero retribuir de alguna manera a la tierra de mis hijos, todo el el bien que de ella recibí!”. El empresario y viticultor  Francisco Vidiella, de origen catalán, fue el responsable de la introducción de las cepas gamay blanc y folle noir (luego conocida con el nombre Peñarol, por la zona de Montevideo dónde se encontrada su granja).
Domingo Portal introdujo la cepa gamay noir, poseía su bodega en la zona de Carrasco.
Pablo Varzi, hijo de inmigrantes genoveses. Fue comerciante y luego diputado. Abandonó la actividad política para dedicarse a la actividad agropecuaria. Fue un bodeguero muy activo en la defensa de los intereses del sector, siendo fundador de la primer gremial de viticultores.
Pascual Harriague, de origen vasco francés, nacido en Hasparren (Bajos Pirineos / Francia) considerado precursor del vino nacional, fue quien introdujo la variedad tannat, originaria de Madiran (Sudoeste de Francia, al sur de Bordeaux), hoy considerada como la cepa más representativa del país.

La historia del Tannat
Don Pascual Harriague, exitoso empresario de la época, que había incursionado en negocios de distinta índole, fue quien introdujo la cepa tannat al Uruguay.
Poseía un establecimiento en la región de La Caballada (Departamento de Salto), y allí luego de varios intentos fallidos con variedades traídas de Francia, consigue plantar con éxito una variedad de nombre tannat, obtenida de un coterráneo suyo (también vasco) Juan Jáuregui (conocido como 'Lorda'), productor agrícola que tenía sus tierras al otro lado del río Uruguay, en el territorio argentino de Concordia, quien le suministra plantas (ya aclimatadas). Luego de muchos años de trabajo, el viñedo de Harriague logra alcanzar una superficie de plantación de 200 hectáreas, convirtiéndose en uno de los productores referentes del país. Corrían los años 1880.
Lamentablemente la crisis de la filoxera llegó a Uruguay (1893), y acabó con un período de gran auge de la viticultura. El propio Pascual Harriague, después de tanto esfuerzo por extender sus viñedos.  fallece en Francia, momento en que la crisis había desvastado sus viñedos en 'La Caballada' (Salto). Pero el proceso de difusión de la variedad, ya había comenzado y no había  nada que lo detuviera.
Cien años después de las primeras plantaciones, la cepa tannat, se hizo conocer con el nombre de 'harriague',  difundiéndose rápidamente por todo el territorio del país, hasta convertirse en la variedad más plantada, y base de gran parte de los vinos uruguayos, tanto comunes como de calidad. Hasta los años 80 la uva 'harriague' era sinónimo de uvas de baja calidad. Con el proceso de reconversión se plantan nuevas cepas, se implementan nuevas técnicas, lo que sumado al conocimiento acumulado en el manejo de la variedad en el terruño uruguayo, hace que se logren grandes vinos tannat.

Siglo XX
A finales del siglo XIX hubo de parte del estado uruuguayo, una política proteccionista que favoreció el desarrollo de la industria vitivinícola, a pesar de la difícil situación política vivida en los años de guerra civil, y de los desastres naturales como la filoxera. El siglo XX comienza con la instrumentación de la primer ley de regulación vitivinícola de 1903, y con ella el comienzo de una nueva época de mayor regulación de la actividad.
La  llegada de inmigrantes europeos al país, hizo que en pocos años de 1900 a 1930, casi se duplicara la población del país.Y conjuntamente a la llegada de los nuevos pobladores, hubo un gran aumento en el consumo de vino, en ésos años, ya que éste formaba parte de su dieta y costumbres.
Si bien el siglo XIX se caracterizó por la búsqueda constante de impulsar la producción y que la misma fuera de vinos de calidad, esfuerzo que se ve con la plantación de cepas de alta calidad enológica, y con la llegada de inmigrantes provenientes de zonas en donde se conocía el manejo de la vid. El transcurso del siglo XX, se lo conoce por el aumento de la producción de vino, y la consiguiente sustitución de las importaciones.
Otro hecho que marca el siglo, y  que se da como consecuencia de la crisis de la filoxera, es la aglomeración de bodegas en la región sur del país, y fundamentalmente en los departamentos de Montevideo y Canelones, aparentemente la mano de obra más calificada del lugar, fue más eficiente para afrontar los estragos causados por la plaga, que en otras regiones del país, por eso pudo sobrevivir un mayor número de bodegas en ésta zona.
En el año 1988 se produce otro hecho sustancial en la historia vitivinícola del Uruguay como es la creación del I.NA.VI. (Instituto Nacional del Vino).

La Reconversión
Iniciada a partir de los años 70, por impulso de los propios bodegueros que entendieron la necesidad de modernizar sus viñedos y bodegas. Se crearon, en ésos años, los grupos CREA de productores, con el cometido de trabajar en forma conjunta para sustituir viejos viñedos, y la plantación de nuevas cepas de mayor calidad enológica. Se adoptaron posteriormente y con muy buenos resultados, nuevas prácticas de cultivo (en la poda, raleo, conducción y manejo del viñedo).
La reconversión a partir de los años 80, estimulada por el propio Instituto Nacional del Vino (INAVI), puede considerarse como la piedra angular en el proceso de modernización llevado a cabo por las bodegas uruguayas. A partir del cual comenzó a mejorar la calidad de la materia prima (las uvas), las prácticas de elaboración, las bodegas se tecnificaron, y en el producto final: el vino se vieron rápidamente los buenos resultados.
La industria del vino uruguaya ha sobrevivido a un proceso de caída del consumo (fenómeno que se ha dado en todo el mundo), que ha implicado la disminución del número de bodegas. En la actualidad se cuenta con un total de 270 bodegas, que en su mayoría, se han reconvertido, elaboran vinos con técnicas modernas, apuntan día a día a la mejora de la calidad y a la exportación.


Fuentes:
Bentancor Andrea, Bonfanti Daniele, Bouret Daniela, Viera Mariana, Beretta Curi Alcides (coord). "Del nacimiento de la viticultura a las organizaciones gremiales" "El nacimiento del Centro de Bodegueros" Edtorial Trilce . 2008
Beretta Curi, Alcides y De Frutos, Estela - "Un siglo de tradición" - Editorial Aguilar - 1999
Mazzeo, Mario - "Los Cerros de San Juan" "150 años de historia uruguaya"
De Frutos, Estela - Guía de vinos del Uruguay - "Conocer para valorar" - Editorial Trilce - 1995
Revista Vino & Crianza - Bodegas Carrau

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